Había una vez un niño llamado Arturo que fue a pedir dulces en halloween. Se vistió de pirata y cuando terminaron de pedir dulces se fue a su casa con sus padres. Más tarde cenó y Arturo y se fue a su cuarto junto a un oso de peluche que tenía y se durmió.
Su papá y su mamá le dieron las buenas noches y su beso para que se durmiera muy feliz.
Cuando estaba dormido escuchó un ruido y se despertó muy sobresaltado, miró debajo de la cama y era un gigante, pero Arturo no se asustó.
Más tarde escucharon otro ruido en el armario y era el señor vampiro. Seguidamente oyeron otro ruido que venía de la ventana, en esta ocasión era un fantasma. Continuaron sin cesar los ruidos por distintas partes de la habitación, otro ruido hubo en la puerta; Arturo estaba inquieto pero se tranquilizó cuando vio que eran sus padres, que le llevaron galletas y dulces de halloween.
Se comieron todas las galletas y dulces que había recolectado este día tan terrorífico y colorín colorado éste cuento se ha acabado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario